Desde que conocí el yoga facial supe que lo incorporaría a mi rutina de belleza diaria.  Actualmente,  me encuentro inmersa en mi segunda formación como instructora de yoga facial. Los ejercicios y técnicas de automasaje que he ido aprendiendo a lo largo de este tiempo se han convertido para mí,  aparte de una técnica de rejuvenecimiento natural con resultados que puedo observar,  en un  acompañamiento respetuoso a las tensiones emocionales que a lo largo de los años se han ido acumulando en mi rostro y de los que no era consciente. Por este motivo para mi el yoga facial es una buena herramienta para la auto-consciencia y el auto-cuidado.

Poder internarme en el funcionamiento de la musculatura de mi rostro y ser consciente  de que solo mastico por un lado de mi boca, que la parte inzquierda de mi rostro es más débil que. la derecha o que hay ciertos músculos  que no logro mover a voluntad porque se encuentran "desconectados" de mi cerebro, todo ello,   me resulta  un mundo fascinante que me ha cautivado por completo y del que no paro de aprender.

Si a esto le añado lo bien que se complementa con mis  técnicas de masaje  facial avanzado, utilizándola como una herramienta que puedo enseñar a mis clientas para potenciar  y mantener en el tiempo los resultados de mis  tratamientos y aliviando sus tensiones faciales, potenciando su belleza natural y motivando su auto cuidado , entonces con ello,  cierro el circulo a mi  visión holística que visualiza una belleza multidimensional.